Una pregunta que recibimos muy frecuentemente en MAKAIA es:
¿qué debo hacer para empezar a gestionar fondos internacionales?

En este artículo resumimos los aspectos claves a tener en cuenta para lograr una estrategia exitosa de cooperación y alianzas internacionales.

Alineación con estrategia organizacional:

Lo primero que una organización debe hacer es asegurarse que encontrar recursos y alianzas internacionales es parte de su estrategia. Hay que tener claro el “Por Qué”, quieren movilizar recursos de cooperación y asegurarse que haya apoyo institucional para hacerlo. Esto, con el fin de que sea una estrategia sostenida a la cual se le va a dedicar tiempo y esfuerzo. Importante anotar que la Cooperación no debe ser vista como una estrategia de corto plazo, para satisfacer una necesidad de fondos inmediata. Para esto, hay otras estrategias de las que hablaremos en otros artículos.

Tener claro el norte de la organización:

La Cooperación se debe adaptar a nuestra estrategia y no al contrario. Este es un cambio de paradigma clave. Toda organización con propósito social debe tener muy claro cuál es su visión y propósito, su norte, y con base en ese norte definir cuál es la estrategia de cooperación internacional. Entonces antes de comenzar, se debe hacer un análisis situacional de la organización, ¿quién soy?, ¿para dónde voy?, ¿qué tengo?, ¿qué necesito los recursos?, ¿cuánto necesito?, ¿para cuándo?, este cuando es muy importante pues la cooperación internacional, toma tiempo y los procesos son largos.

Esta identificación de necesidades y fortalezas de la organización es sumamente importante pues se debe tener claro para que estamos buscando cooperación o recursos, ya sea por unas necesidades generales, unas por proyecto; debe entenderse muy bien el presupuesto de la organización, la misión y visión de la misma de forma que la búsqueda de estos recursos no se salga del Norte de la organización; también debe tenerse en cuenta el conocimiento y la capacidad de la organización para gestionar los recursos atraídos.

Cuando una organización desconoce todos estos factores, todo lo que encuentre en el medio le servirá y terminará formulando proyectos y postulando a convocatorias que se salen de su enfoque. La necesidad de concentrarse en uno o unos temas puntuales determina el éxito de la movilización de recursos.  

Identificación de oportunidades:

Una vez se tiene claro que se necesita, se realiza una búsqueda exhaustiva de oportunidades. Allí debemos incluir: Convocatorias, organizaciones, eventos. Es clave que esta búsqueda no se limite a convocatorias (en este articulo te explicamos por qué).
Esta búsqueda la puedes hacer en Nodoká en la sección Financiamiento. El resultado final de esta etapa es un listado de oportunidades que están alineadas con tus líneas de trabajo. Una buena práctica es identificar al menos 20 oportunidades. 

Validación:

Posterior a la identificación de estas oportunidades, se debe validar cada una de ellas. Es decir, validar que los temas si están alineados, si las áreas de interés van en la misma dirección, que criterios y procesos necesito para acceder a este cooperante, que tipo de organización es, si piden contrapartidas y las fechas límites para aplicar.  Todo esto lo verificamos pues hay casos en los que las organizaciones no revisan esta información y comienzan a formular propuestas y proyectos y al enviarlo y recibir respuesta del cooperante se descarta la propuesta pues no cumple con X o Y requisito o porque sus líneas de trabajo no están alineadas. Una buena práctica es validar positivamente al menos 10 oportunidades.

Presentación | Contacto:

En esta fase, las acciones varían si es una:

1. Organización: Antes de contactar una organización, se debe tener claro para que la queremos contactar y cuáles son las áreas de trabajo en las que hay alineación. También es fundamental escribirle a un contacto de poder, con el fin de lograr una cita y poderle contar sobre nuestra organización. Escribir un correo electrónico es suficiente. Este debe ser corto, demostrando el valor de la conexión entre ambas organizaciones y deben tener una llamado a la acción, idealmente lograr una cita para poder contarle más sobre nuestra organización.
2. Convocatoria: Debemos tener en cuenta los formularios entregados y límites de palabras/caracteres, la capacidad de presentar el impacto, y de demostrar experiencia y capacidad de la organización. Es importante que tengamos en cuenta no cambiar el norte de la organización por tratar de encajar en una convocatoria, si bien buscar cómo se pueden alinear los objetivos misionales, no comprometer los objetivos de nuestra organización o de un proyecto puntual para alinearse con una convocatoria. Pues esto termina desvirtuando la misión de la organización.    
3. Eventos: Muchos eventos tienen llamados para presentar ponencias, esta debería ser la prioridad, pues es una gran estrategia de visibilidad. 

Aprender continuamente:

“Hacer” cooperación es algo que se aprende y para ello hay que empezar por desarrollar las capacidades de Cooperación Internacional en los equipos y la organización. En Nodo Ká contamos con cursos, capacitaciones, asesorías, eventos que potencian tus capacidades: Ingresa a la sección de formación para conocer más.
Este proceso, del paso 1 al 5, las primeras veces requiere tiempo y esfuerzo, con los años, se vuelve algo cotidiano e inmerso el que hacer de las personas o equipos de cooperación.